Ivette Marichal, principal ejecutiva de la Dirección General de Cine, habló clarísimo con Qué Pasa! para enfrentar los chismes de pasillos que especulan sobre un abuso con los financiamientos y/o bonos fiscales a partir de la Ley Nacional de Cine.

Marichal sostiene que es imposible que “vivos” inviertan en cine para sacar ventajas por el sistema integrado de supervisión que incluye la DGII, el registro en la industria de sus participantes y que, para directores, productores, técnicos y actores, hay establecidos topes salariales mediante una tabla referencial que se apoya en lo que se paga proporcionalmente en la industria internacional del cine.

 “Cuando recibimos una solicitud de permiso de rodaje, se pone en movimiento un proceso de revisión que involucra los organismos internos de la DGCINE a la Dirección General de Impuestos Internos, para determinar si es contribuyente, qué tipo de aportante fiscal es, con la supervisión del Ministerio de Hacienda, y lo que hace imposible que la ley se preste acciones ilegales. Posteriormente, cuando se tiene una evaluación transparente de quiénes promueven el proyecto, se procede a determinar si los auspiciadores, técnicos y artistas, están registrados con su número de orden en el Sistema de Registro (SIRECINE), por lo que también se descarta que personas extrañas a la industria puedan entrar en los beneficios.

Considera que, tras el establecimiento de una tabla referencial de salarios para productores, directores y actores, apoyada la tarifa internacional, también se impiden cobros excesivos de salarios y cuando un director no está de acuerdo con el monto aprobado para aplicar a los incentivos, puede apelar al Consejo de DGCINE donde expone sus razones y este organismo determina finalmente el monto a financiar. “Si alguien entiende que merece más de lo que la ley acuerda, puede hacer su película, pero sin los incentivos de la Ley 108-10”, afirma Marichal.

¿Cuánto cuesta?

Cuando se le pregunta cuál debe ser el monto a invertir para lograr una película con los estándares internacionales, dice que como máximo entre un millón y un millón y medio de dólares (entre 43 y 62 millones de pesos), pero eso varía de acuerdo con los requerimientos de producción, pudiéndose hacer proyectos muy lucidos con 20 o treinta millones de pesos.

Fuente: http://elnacional.com.do