Luego de ser arrestada en la República Dominicana, una mujer afroeuropea escapa y es acogida por tres menores de edad que viven en un peligroso distrito de Santo Domingo. Los tres menores viven solos, ya que el padre se encuentra encarcelado y la mamá falleció hace tiempo, por lo que se valen de su ingenio y negocios turbios para mantenerse. El drama dominicano está dirigido por Ivan Herrera y escrito por él, junto con Clarisse Albrecht, que también protagoniza la historia en el papel de Emma, que es apresada tras un intento fallido por transportar narcóticos entre países.

Con poco más de 70 minutos de duración, el drama consigue presentar un conflicto personal interesante, con un trasfondo cultural todavía más llamativo, aunque la misma duración le evita adquirir suficiente fuerza como para ser memorable por su trama. Los escenarios adquieren protagonismo con la cámara recorriendo los distintos callejones que tienen que atravesar los personajes, y la riqueza de las costumbres locales se siente en esos breves planos que no permiten una exploración más profunda.

Los niños son interpretados por Euris Javiel, Arturo Perez y Scarlett Reyes. Los tres inexpertos en la actuación, pero con un buen desempeño, especialmente la niña Reyes, que tiene una presencia cautivadora con pocos diálogos y muchas miradas directas. Clarisse Albrecht está fantástica como Emma, y también consigue evocar desesperación y esperanza en el corto tiempo que el guion le da para desarrollar su personaje. El espíritu materno lo transmite con una ternura creciente, y la adaptación que demuestra hacia los niños es verosímil, sin tampoco ser jamás acentuado.

Quizás haya sido por una cuestión de presupuesto, o tal vez la misma búsqueda del director apuntaba a una historia económica en desarrollo. Lo cierto es que hay un relato enternecedor que habla acerca de las vicisitudes de la vida para esta familia que se forma accidentalmente, y esa economía en la narración se transmite a las emociones que buscan contagiar. A pesar de que se puede leer entre líneas, hay una oportunidad perdida por explayarse en una historia que podría haber tenido un mayor impacto con una mayor construcción.

Fuente: Cinéfiloz